Receta para ser la pareja de tango de 5 estrellas

Receta para 2 personas

No más terapia de pareja, a bailar más tango!

Para que una receta salga deliciosa y deleite los paladares de quienes la prueben se necesita de los mejores ingredientes, entonces no solo vale con dar un poco de ti, sino dar lo mejor de si para que el baile sea tan rico como el plato de un restaurante con 5 estrellas Michelin, lleno de matices, sabor, y mucho pero mucho amor. Llegar a la exquisitez requiere de trabajo en lo básico, pero sobre todo de la sensorialidad, esa que hace que no se activen solo 1 o 2 de nuestros sentidos, sino que activa los 5 para usarlos todos en una experiencia que deslumbra desde donde se le mire, se oiga, se palpe, se saboree y se huela. El tango, es el ritmo perfecto con una receta que deja una sensación de exquisitez, elegancia y glamour, pero sobre todo de conexión. Es el único ritmo que no es posible bailar sin una pareja. Así que si quieres pasar de bailar un tango ordinario a un tango extraordinario y compenetrarte con tu pareja hasta lograr sentir lo que él o ella siente y, que su comunicación sea tan genuina hasta que olviden que estén siguiendo un ritmo de 4 tiempos de 8, esta es la receta de lo inolvidable, de lo memorable, de lo que emociona hasta las lágrimas, una receta genuina que no necesita de expertos bailarines sino de seres humanos con ganas de vivir, de ser felices y de aprender.

INGREDIENTES

  • 100 gr de Carácter
  • 50 ml de Humildad
  • 80 gr de Rol
  • 100 gr de Equilibrio
  • 120 ml de Confianza
  • 35 gr de Seguridad
  • 200 gr de Técnica
  • 100 ml de Memoria

 

PREPARACIÓN

1. Tomarse una copa de vino y dar un paseo por la memoria, con 100 ml es más que suficiente:

¿Quién no ha escuchado la famosa frase que dice que quien no conoce su historia está condenado a repetirla? Y es que la historia nos da esa memoria sensorial e histórica, que nos cuenta una crónica que se sigue narrando, que se sigue alimentando del presente y que no para, pero que evoca y trae un aprendizaje del pasado. Cada uno es lo que ha vivido, lo que le gusta y lo que no, las aspiraciones, los sueños y las desilusiones, entonces, somos una construcción continua de nuestro pasado y de nuestras experiencias, que nos hace ser, depende de nosotros si mejores o peores, entonces, quién es el tango? Un ritmo de ires y venires, y puede tomarse literal, ¿por qué? Porque es una creación de los inmigrantes de la Argentina de 1800, de los barrios populares y clases sociales menos favorecidas de Buenos Aires, con orígenes multiculturales: africanos, indígenas, caribeños y europeos.

 

Y en los ires esta la respuesta de su popularidad y que hoy sea considerado como Patrimonio inmaterial mundial por la UNESCO. Tenemos que darle las gracias a París, capital de la cultura, pues allí fue un exitazo y la cuna de su expansión. En un principio era un baile de prostitutas y de carácter sexual pero con el tiempo se le dio la exquisitez de la que no carece, resume la elegancia y el glamour de la alta sociedad, la sociedad de los tacones altos y brillantes, de fracs y trajes. Sus letras son sentidas y así hay que vivirlas cuando se baila, pues narra con nostalgia las historias de los inmigrantes: las de los amores frustrados, de la fatalidad, de los destinos culminados en dolor.

 

2. Espolvorea 200 gr de técnica sobre cada milímetro de tu cuerpo, no te olvides ni de lo que creas insignificante:

Una vez la base esté lista, tendremos sobre qué trabajar. Recuerda que debes ser receptivo, escuchar, observar con atención y copiar los pasos y movimientos de cada parte de tu cuerpo. Así que no te fijes solo en las piernas y brazos, también las caderas, la espalda, el cuello, los ojos, las manos, la cintura, en resumen: EN TODO! Porque cuando bailas todos tus músculos se mueven, por más insignificante e imperceptible que parezca: en los detalles está la perfección.

 

Si quieres aprender la técnica básica: el abrazo, el eje, ochos, voleos, enrosques, entre otros, revisa esta primera clase de la serie de tango de StepFlix

 

3. Mezcla los 100 gr de carácter con los 200 de técnica:

Tu primer aprendizaje será ver que los pasos no son solo pasos, al tomar una pareja estas no solo dándole tu habilidad motora, también le estas pasando tu personalidad por ejemplo, si eres ansioso, inseguro o tímido, tu pareja lo sentirá. En tango no solo sirve que te muevas bien y con ritmo, es un baile en función del otro.

4. Añade 50 ml de humildad y la mezcla empezará a tomar forma:

Como te dije al comienzo somos seres humanos, personas en construcción y constante aprendizaje, y el tango necesita que seas humilde para aceptar y caer en cuenta de tus limitaciones y errores, solo así podrás trabajar en ellos y mejorar con la práctica. No culpes a tu pareja por lo que en el baile no salga bien, mira primero lo que estás haciendo tú y corrígelo si es necesario. Entonces, de forma automática, tu pareja comenzará a hacer lo mismo. Enseña desde tus acciones, no desde tus frustraciones.

5. Espolvorea sobre toda la superficie 80 gr de rol. Solo así no se te quedará nada adherido que te frene y no te permita evolucionar:

En el tango hay dos roles: el marcador y el seguidor, pero así como la vida en pareja se trata de responsabilidades, estos roles pueden ser dinámicos, el hombre generalmente hace de moderador, así como en el hogar también lo ha sido, y la mujer el seguidor. Pero, dependiendo de lo que se necesite, este rol puede variar, solo en la medida en la que estén conectados y comunicados de forma consciente y autónoma, nadie notará que los roles cambiaron, solo verán el resultado. Hacer estas rotaciones también te permitirá ver qué necesita tu pareja, ejecutando tu rol lograrás ser más comprensivo, aprenderás a dar espacios y a solicitar el liderazgo sin volverlo una lucha de poderes. Esta conexión te hará darte cuenta si existe una buena comunicación de pareja y si las cosas si van a funcionar. El tango no es solo un baile, es un estilo de vida, sigue esta receta en tu relación de pareja y serás más feliz y exitoso en el amor.

6. En un recipiente coloca 100 gr de equilibrio:

El tango es un baile de pareja pero no dependiente de la pareja, cada quien debe estar pendiente de su eje para cuidar también el eje del otro. Al bailar debes estar en armonía contigo y con plena conciencia del presente, sin intromisiones de pensamientos del pasado o aspiraciones en el futuro, es decir, ni pensando en el movimiento que ya pasó ni en los que vienen. No te debes sobrecargar en el otro ni depender de lo que él o ella haga, solo en esa medida aprenderás de los errores y actuarás conforme a eso. Es así como serás consciente y estarás agradecido con lo que tu compañero te está dando para que de igual forma puedas dar de tu parte; juntos aportarán lo necesario en cada paso.

7. Mezclar 120 ml de confianza junto con el equilibrio:

Tanto el marcador como el seguidor deben confiar en las habilidades del otro. El marcador en las aptitudes de baile del seguidor, y el seguidor debe confiar en las indicaciones, movimientos y direcciones del marcador, solo así, serán un verdadero equipo, un “Dream Team”; pero perder la confianza también es fácil cuando se responde de forma incorrecta, cuando haces que tu seguidor se estrelle, cuando pisas a tu marcador o muchos otros errores que hacen que la comunicación y la conexión se vayan perdiendo, hasta convertirse en un baile individual de pareja, tal como en la vida, las llamadas parejas disfuncionales. Debes confiar y responder con agradecimiento a la confianza que el otro te da. Está poniendo su ser a tus manos, tanto su cuerpo, como su alma, y así debes cuidarlo, como un tesoro que no debe extraviarse.

8. Mezcla ambas preparaciones, añade los 35 gr de seguridad y mete al horno:

La clave está en ser consciente de las intenciones del otro, tener convicción de su compromiso y fidelidad a la relación que han formado y dar pasos con firmeza. Ya el trabajo está hecho y el terreno labrado para que todo salga bien, han seguido los pasos de la receta para que la magia suceda.

 

Después de hornear la relación y de practicar juntos, serán testigos del más exquisito plato que cualquiera tenga la oportunidad de deleitar, un tango más especial que una buena cava de vino añejada y un buen plato que no solo se saborea, se ve, se huele, se palpa, se escucha, también y mas importante aún: se siente. Será una receta con sabores dulces, picantes, ácidos y amargos, el equilibrio entre estos es el secreto para tan exquisita y perfecta preparación.