El viaje del zapateado entre Europa y América

Zapatear es el arte de marcar el ritmo con los pies, incluso, llegando a ser el baile en sí mismo, pero, ¿sabías que no es exclusivo del flamenco y que incluso tiene mucho que ver con la colonización de América? Si pensamos en zapateado y América lo más probable es que a tu mente venga el tap norteamericano, y cómo no hacerlo si sus particulares movimientos y espectacularidad lo hacen tan icónico, agradable de ver y escuchar. Pero como te dije antes, Norteamérica y España no son los únicos países donde se zapatea. Por toda Latinoamérica hay todo tipo de bailes que coinciden con la base musical del zapateado flamenco, sobre todo de los tangos; y varios de ellos son mexicanos, así que si quieres conocer algunos de los más representativos quédate y conócelos, te va a sorprender lo unido que ha estado el mundo.

Viajar no solo ha abierto nuestros ojos y mente a nuevos mundos, ideas, y formas de pensar sino que también creó un mestizaje global entre culturas y sus representaciones; no existe ningún baile o forma musical completamente puro, todos han sido mestizajes, tienen un antes y un después, y es esa fascinante historia que hay detrás de dónde podemos ver qué elementos son de quién, y cómo se ha constituido y relacionado cada cultura en el mundo.

El zapateado flamenco que existe en España ha sido adaptado de diversas formas en Perú, Colombia, México, Cuba, Venezuela y Argentina, y algunas son tan peculiares que con solo verlas te sacarán una sonrisa,hoy voy a hablarte de 5.

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Jarabe tapatío

Hoy México celebra su 110 aniversario de La Revolución y uno de sus emblemas o símbolos nacionales es el jarabe tapatío, es un baile que nació durante La Revolución como emblema de unidad nacional y es considerado como el baile mexicano por excelencia, pero su particular nombre también tiene su historia, se le llama jarabe porque esta danza no es más que una mezcla de diferentes bailes típicos de varias zonas del país que se unieron en una única coreografía y donde sus bailarines visten los trajes típicos mexicanos: el hombre de charro y la mujer, de china poblana.

Se originó del jarabe gitano que nació en España en el siglo XV. Luego, durante la colonización, este baile llegó al Nuevo Mundo y mientras las clases altas bailaban boleros y fandangos, la clase popular se divertía creando sus propias versiones del zapateado español, es así como se juntaron danzas de origen indígena con elementos de la picardía mexicana. Se trata de un baile de cortejo que el virreinato prohibió por considerarla provocadora e inmoral, pero fue la prohibición de estas representaciones la que convirtió al jarabe tapatío en elemento de identidad y unidad nacional.

La famosa bailarina Ana Pavlova también tiene su papel en esta historia. Cuando visitó México en 1918 quedó sorprendida por el baile y creó su propia representación en puntas, incluyendo algunas vueltas y pasos alrededor del ala de un sombrero, esto terminó siendo incluido en las representaciones que hoy conocemos.

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La danza de los viejitos

Era una danza ritual indígena del estado de Michoacán, se realizaba cada cambio de estación y era ejecutada por 4 chamanes, uno de ellos usaba una máscara de niño o joven como representación de la estación naciente, mientras los otros 3 eran las otras tres estaciones ya pasadas, representadas por las máscaras de viejos. El cuatro tenía un simbolismo muy fuerte, más allá de las 4 estaciones:

Cuatro son los componentes de la danza de los viejitos, pues cuatro son las estaciones del año, cuatro son los rumbos del universo: Norte, Sur, Este y Oeste; cuatro son los lados de una casa, cuatro son las extremidades del ser humano y cuatro son los elementos que conforman el cosmos: tierra, fuego, aire y agua. Cuatro son los colores básicos: negro, rojo, amarillo y azul, que combinados uno con otro nos dan toda la gama de colores que existen, y cuatro son las estrellas de la constelación que guiaban a los marinos en la antigüedad y que, equivalen a los cuatro planetas conocidos como estrellas que se observaban a simple vista: Mercurio, Marte, Júpiter y Saturno (Tam – Hoscua;) y cuatro son los colores del maíz: rojo, azul, blanco y amarillo.

Con la llegada de los españoles la danza se prohibió, pero aún así, se siguió realizando y enseñando de forma clandestina. La danza terminó evolucionando y dejo de ser una danza ritual para pasar a ser un baile que se burlaba de los achaques de los conquistadores. Su ritmo surgió de los cantos religiosos de los evangelizadores españoles e incluyó nuevos instrumentos, un bastón y unos zapatos de suela de madera, llamados huaraches, para favorecer el zapateado.

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El huapango

Es un baile en pareja típico de Veracruz, Puebla, San Luis, Potosí e Hidalgo, y al igual que el flamenco, se baila sobre una tarima o tabla de madera para amplificar el sonido del zapateado. Se baila a ritmo de son, otra de las variaciones del fandango, y es similar al tap o al flamenco. Es un baile de coqueteo en donde se demuestra la capacidad para zapatear con pasos complicados y elaborados, los cuales deben ser acentuados y nunca brincados. El vestido típico de este baile es blanco tanto para hombres como para mujeres, representando la pureza. En las mujeres el movimiento de cadera es indispensable.

El tap

Como te dije al principio, este parece ser el baile más representativo del zapateado en América, su momento de oro fueron los años 30, y al igual que lo anteriores, también fue fruto del mestizaje entre las culturas y sus bailes. Se cree que nació en la época de la colonización como una fusión entre los pasos de bailes europeos como las gigas irlandesas, y los bailes con zuecos de Lancashire, junto a los movimientos y danzas que los esclavos africanos trajeron a América.

Aún así, con orígenes tan diversos, es una expresión de la cultura jazz norteamericana, incluso, llegó a llamarse danza del jazz, pues es con este ritmo musical con el que se ejecutan los pasos. También se habla que el origen del tap fue movido por la prohibición de que los esclavos negros usaran instrumentos de percusión en 1739. Fue entonces como los esclavos empezaron a crear la percusión con sus pies y manos, dando origen al baile; luego, al llegar a Estados Unidos se perfeccionó y mezcló con otras formas de movimiento que bailarines inmigrantes traían, y en donde competían para mostrar quién era el más hábil, así fue como nació el tap norteamericano que hoy conocemos. Si quieres aprender a bailar tap empieza con esta clase de técnica básica de StepFlix y aprende a zapatear al mejor estilo norteamericano.

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Al tap también se le conoce como claqué y fue el baile más popular durante las 3 primeras décadas del siglo XX, pero el final de la Segunda Guerra Mundial también fue el final del momento de oro del claqué, dejó de ser el baile más representado en los musicales, y los coreógrafos empezaron a buscar inspiración en las nuevas formas de bailar jazz, introduciendo movimientos más libres, naturales y espontáneos, como los de la danza contemporánea, a sus espectáculos.

El joropo

Para hablar de joropo se debe hablar antes de fandango, uno de los palos o tipos de flamenco más famosos, pues su origen parte desde aquí. La historia del fandango es una historia de viajes de ida y regreso, las primeras versiones fueron creadas a ritmo de tambores por los esclavos africanos traídos a América, luego es llevado de regreso a España por los conquistadores y soldados, donde tomó influencias árabes e ibéricas, incluyendo instrumentos de cuerda y otros de percusión, para luego, regresar de nuevo a América y convertirse en varios de los ritmos que hoy conocemos, entre esos el joropo, un estilo musical de los llanos de Colombia y Venezuela, donde el zapateo es una forma de imitar la embestida de un toro, y está asociado al arreo del ganado, labores típicas de esa zona de Latinoamérica. El joropo, al igual que el fandango, es un baile de conquista.

Como has visto, las similitudes son muchísimas, vemos cómo el comercio de esclavos y la colonización de América influenciaron muchos de los estilos de baile tradicionales por todo el continente. Estos fueron apenas 5 de todos los que existen, y que al final nos demuestran que el mundo está más unido de lo que se cree, que el arte es una de las formas de conocer las historias que nos han contado y que seguirán narrando lo que sucede en todas las latitudes del planeta Tierra. Todos son bailes donde el zapateado era uno de los elementos principales, y a pesar que el zapateado estaba presente en todos ellos, ninguno es igual al otro, cada uno cuenta su propia historia, solo basta con pensar en el material de la suela de los zapatos con los que se baila: en el tap es de metal, en la danza de los viejos y el huapango es de madera, y en el joropo de cuero. Esto nos demuestra que tanto en el baile como en la vida; todos somos únicos e irrepetibles y que la unión de nuestras diferencias hace que la magia en el mundo suceda, que se cree el verdadero arte, y que la historia cobre vida.

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